Por Rachel Higginbotham
De la Redacción de Adelante Traducido por María Laura Ángel
El 18 de abril, en Tombstone, Arizona, los líderes del Minuteman Project, un grupo organizado de voluntarios que patrullan se-cciones de la frontera de Arizona-México en busca de inmigrantes indocumentados, anunciaron que se iban a “reorganizar” debido al “tremendo éxito” del proyecto.
“Alcanzamos nuestro objetivo de cerrar esa sección de la frontera”, dijo el vocero del proyecto Bill Bennett. Como resultado, el proyecto Minuteman se va a mudar al interior de California, y el proyecto de la frontera de Arizona será supervisado a partir de abril por el programa que dio a luz a la iniciativa, Defensa Civil de la Nación.
El proyecto, de acuerdo con su sitio Web, www.minutemanproject.com, se organizó “para comba-tir la negligencia de décadas en la aplicación efectiva de la ley de inmigración de los Estados Unidos”. A la seguridad de frontera se le asignó 350.751 dólares para 2005, de acuerdo con el Departamento de Seguridad Interior.
Joe Haslag, profesor asociado de economía en la Universidad de Missouri, piensa que un factor en particular afecta el patrullaje de la frontera de los Estados Unidos. Un estudio que él y otros investigadores publicaron a principios del 2002 examina los costos económicos de las patrullas de frontera. “Si el gobierno quiere combatir la inmigración debe tener en mente el mercado de coyotes”, dijo.
El mercado del coyote, explicó Haslag, es el mercado que rodea el contrabando de personas ilegales en la frontera de Estados Unidos -México. “Coyote” es el término utilizado para denominar a una persona que se especializa en el contrabando de inmigrantes a través de la frontera.
“Los coyotes gastan mucho dinero tratando de descifrar cómo trabajan las patrullas de frontera”, agregó, explicando que quizás esta sea una razón de por qué los controles fronterizos son poco efectivos.
El servicio de un coyote puede alcanzar los 1.000 a 1.500 dólares por persona, aclaró Belinda Reyes, investigadora de inmigración y profesora asociada en la Universidad de California-Merced.
Reyes agregó que no cree que el proyecto Minuteman sea tan exitoso como sus organizadores dicen. En vez de derrotar la inmigración ilegal, los inmigrantes pueden estar evitando el sector que patrullan estos voluntarios del proyecto.
“Los coyotes siempre están un paso más adelante que la patrulla de la frontera”, dijo. Si los agarran, explica, “la mayoría de las veces la gente ingresa por diferentes lugares. Me sorprendería si (el proyecto Minuteman) causa una baja de inmigrantes ilegales que crucen la frontera”.
Exitoso o no, el destino del Proyecto Minuteman es todavía incierto. Los organizadores espe-ran expandir las patrullas a otros estados con frontera a principios del próximo otoño.