Latinos acogen al nuevo Papa

Por Heather R. Higgins y Tom Long
De la Redacción de Adelante
Traducido por Tom Long

PLINO LEPRI/Associated Press
Benedicto XVI saluda a los fieles en la Plaza de San Pedro. En su primer discurso dio señales positivas de apertura.

Una oración que llevaba 26 años recitándose de la misma forma cambió hace poco en una misa hispana de Columbia.

Esta vez la plegaria de la congregación de la Iglesia del Sagrado Corazón por los líderes de la Iglesia incluyó al Papa Benedicto XVI.

Pero toma tiempo adaptarse a los cambios. Mientras Benedicto se acostumbra a su nuevo rol de papa, los latinos en Columbia se acostumbran a la idea de su liderazgo.

“Creo que el Papa Benedicto XVI es el mejor hombre para liderar a la Iglesia en este momento”, dijo el padre Michelino Roberto. El sacerdote brasileño, quien estudia en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma y está de visita en Columbia, celebra la misa hispana en la Iglesia del Sagrado Corazón de esta ciudad.

A pesar de que la comunidad latina, entre otros, había dado a conocer su esperanza de que el Colegio de Cardenales eligiera a un papa latino, el Vaticano mantuvo la histórica línea de mando europea con la elección del alemán Joseph Ratzinger, quien fue la mano derecha de Juan Pablo II en temas de doctrina. La decisión defraudó a algunos latinos de Columbia que esperaban tener un Papa experimentado en los temas a los que se enfrenta la Iglesia en los países en desarrollo.

“Un papa latino se enfocaría mucho en los problemas de América Latina”, dijo Roberto Gutiérrez. Parroquiano de la Iglesia Sagrado Corazón y nativo de Jalisco, México, añadió que la Iglesia necesita dirigir su atención hacia la pobreza en Latinoamérica.

Casi la mitad de los católicos del mundo vive en Latinoamérica, un y un 28 por ciento habita en Sudamérica, según las estadísticas de Beliefnet.com. Sin embargo, los temas que preocupan a los católicos en esta región del mundo — desigualdad económica, escasez de sacerdotes y un crecimiento ace-lerado de la religión protestante — parecen estar alejados de los temas que preocupan al Vaticano.

La parroquiana Lynette Caro considera que la Iglesia necesita jugar un papel más protagónico evangelizando al mundo desarrollado para que la gente “se enamore de Cristo”. A pesar de sus esperanzas de un papa latino, dijo que estaba contenta con el nombramiento de Benedicto XVI porque fue una decisión guiada por el Espíritu Santo.

“Cuando la Iglesia vea la necesidad de tener un papa latino, vendrá”, dijo Caro. José Saenz de Argentina estuvo de acuerdo. Dijo que la Iglesia de Latinoamérica podría revitalizarse con un papa latino. Sin embargo, acepta la decisión tomada por los cardenales ya que proviene de una fuerza superior, Dios, dijo.

Roberto, quién nació en Sao Paolo, Brasil y quién concelebró una misa con Juan Pablo II, dijo que si bien los problemas de la Iglesia Católica latina son importantes, hay una meta más ambiciosa para el nuevo papa.

“Si el papa viniera de América del Sur podría enfrentar de mejor forma los problemas de América del Sur,” dijo. “Pero la iglesia es más grande que América del Sur”.

Roberto explicó que la tarea más importante para la jerarquía católica es crear una Iglesia universal que se extienda más allá de Latinoamérica y Europa. Dijo que le han gustado los discursos iniciales del nuevo papa, en los cuales ha reiterado el llamado al diálogo entre los representantes de las distintas religiones mundiales.